Descubre las sillas más increíbles de estos 200 últimos años

Cada silla nos cuenta algo sobre la época en la que fue creada, sobre la persona que la diseñó y sobre la sociedad para la que estaba pensada. Todas tienen un mismo propósito, invitarnos a sentarnos, y a raíz de sus diferentes diseños se puede estudiar toda una era.

Observando sus sillas podemos percibir y comprender una era, su organización social, sus materiales y tecnología, sus gustos estéticos. Incluso diría que las sillas son más multifacéticas que cualquier otro objeto cotidiano.

Lo más fascinante es como todas ellas tienen personalidad propia y nos cuentan algo de la persona que las diseñó. En principio todas son lo mismo, una invitación para tomar asiento, pero son pequeñas esculturas. Podemos apreciar como con el paso de los años cada vez se busca hacer sillas más ligeras.

El arquitecto real pruso Karl Friedrich Schinkel se interesó especialmente por el hierro, material que permitía la producción en masa de ornamentos decorativos bastante complejos.

Esta silla se basa en un diseño de alrededor de 1835 para el Römischen Bäder (un pabellón de jardín conocido como los Baños Romanos) en los jardines de Potsdam. 

La silla de jardín de Schinkel, originalmente producida en la fundición real de hierro de Berlín, era un producto de una industria que se estaba desarrollando rápidamente gracias a la máquina de vapor, un primer artículo producido en masa a partir de unas pocas piezas y sin restricciones en cuanto al número.

Su función era añadir a la relajación en los jardines y parques, un respiro que las personas que hicieron la silla inicialmente sólo podían disfrutar en raras ocasiones, si es que lo hacían.

Lo más notable respecto a esta silla es como el método de producción era moderno pero continuaba teniendo una estética aristocrática, lo que la convertía en una silla hecha para la élite.

Esta famosa silla de café es un icono del diseño del mueble, con él empezó la historia del mueble moderno. La base de todo fue una nueva técnica que perfeccionó Michael Thonet en los años 1850, el curvado de la madera maciza usando una técnica de doblado al vapor, que permitió por primera vez la fabricación en serie.

El nombre de la Stuhl no14 proviene del número que ocupaba la silla en el primer catálogo de muebles en el que apareció. 

Thonet en principio se dedicaba a amueblar salas de café, el prototipo de esta silla fue diseñado originalmente para el Café Duam de Viene, razón por la cual es también conocida como la silla del café vienés, fue con el tiempo que empezó a encontrarse esta silla en viviendas privadas.

Al fabricarse tan solo con 6 piezas y 10 tornillos y con un formato desmontable, se agiliza su transporte y se facilita su exportación. 

Su precio asequible y diseño simple la convirtió en uno de los modelos de sillas más vendidos de la historia, obteniendo incluso una medalla de oro cuando fue mostrada en la Exposición Mundial de París de 1867.

Ha sido elogiada por muchos diseñadores y arquitectos, incluyendo a Le Corbusier, quien afirmó lo siguiente: “Nunca ha sido creado algo más elegante y mejor concebido, más preciso en su ejecución y más excelentemente funcional”.

Antiguamente la mayoría de la gente no tenía acceso a sentarse en sillas, utilizaban taburetes o bancos ya que las sillas estaban vistas como un artículo de lujo de la clase alta. 

Esta silla muestra cómo de repente los muebles empiezan a diseñarse para espacios públicos, siendo un reflejo del desarrollo social del siglo XIX, que permite que la vida pública de la clase media emerja, se concibe la idea de que lo que un día fue un lujo es ahora accesible para todos.

Esta silla de respaldo inusualmente alto fue diseñada por el arquitecto escocés Charles Rennie Mackintosh para los Argyle Street Tearooms de Catherine Cranston en Glasgow alrededor de 1898-1899. 

El diseño del mobiliario de los salones de té fue el primer gran encargo privado de la carrera de Mackintosh. Las sillas Argyle de respaldo alto se colocaron alrededor de las mesas en el centro de la habitación para crear una isla íntima. 

Cuando observas esta silla no da la impresión de tratarse de un diseño en masa, el respaldo alto daba a quien se sentará un cierto rango de estatus, como si se tratara de un trono.

Las líneas atenuadas y la exagerada altura de su espalda anticiparon muchos de los diseños posteriores de Mackintosh. Es la primera de sus sillas de respaldo alto que tiene el riel superior como un símbolo icónico emblemático. 

Los montantes del respaldo soportan un reposacabezas ovalado agrandado con una estilizada forma de golondrina voladora trasteada. Mackintosh elevó la altura de las sillas para que los muebles se manifestaran de forma dramática en la habitación.

La concentración de Mackintosh en las cualidades formales de los muebles del interior anticipó el espíritu del modernismo del siglo XX. 

La silla Argyle se mostró en la Octava Exposición de la Secesión de Viena, Austria, en 1900, donde el estilo altamente individual de Mackintosh influyó fuertemente y contribuyó al desarrollo del trabajo en el Wiener Werkstatte. 

Aunque Mackintosh es considerado unánimemente como una de las figuras destacadas del Art Nouveau, en muchos aspectos su trabajo anticipa algunos temas del Modernismo. No es una coincidencia que Nicolas Pevsner lo incluya en su "Pioneros del Diseño Moderno" (1936).

Wagner se decantó por el funcionalismo para edificios públicos, rediseñó este modelo ya que sería usado cientos de veces al día y colocar aluminio en todas aquellas partes que pudieran llegar a necesitarlo. 

Se trata de un modelo basado en la silla Thonet, que como antes hemos mencionado marcó un antes y un después y ha sido la base de muchos diseños posteriores.

Lo más remarcable es como consiguió introducir el aluminio como parte de la identidad corporativa de Correos, teniendo la empresa pública todo el mobiliario a partir de este momento realizado en madera y aluminio, hasta el punto de ver madera oscura combinada con este material.

Rietveld creía que había un objetivo mayor para el diseñador de muebles que el simple confort físico: el bienestar y la comodidad del espíritu. 

Rietveld y sus colegas de Stijl buscaban crear una utopía basada en un orden armónico hecho por el hombre, que creían que podría renovar a Europa después de la devastadora agitación de la Primera Guerra Mundial. 

Empieza en este momento el periodo más interesante de la historia de las sillas, con modelos que buscan ser dinámicos, modernos y marcar la diferencia.

En la Silla Azul Roja, Rietveld manipuló volúmenes rectilíneos y examinó la interacción de los planos verticales y horizontales de manera muy similar a como lo hizo en su arquitectura. 

Con la esperanza de que muchos de sus muebles fueran producidos en masa en lugar de ser hechos a mano, Rietveld apuntó a la simplicidad en la construcción. Las piezas de madera que componen la Silla Azul Roja están en los tamaños de madera estándar disponibles en ese momento.

El miembro de De Stijl y arquitecto, Bart van der Leck, vio su modelo original y le sugirió que añadiera colores brillantes. Rietveld construyó el nuevo modelo de madera más delgada y lo pintó completamente de negro con áreas de colores primarios atribuidos al movimiento De Stijl. 

El efecto de esta combinación de colores hizo que la silla pareciera casi desaparecer contra las paredes y el piso negros de la Casa Schröder, donde fue colocada más tarde, de este modo las áreas de color parecían flotar, dándole una estructura casi transparente.

Este no es el único diseño famoso de Rietveld, como veremos a continuación.

Durante los años de la recesión era difícil conseguir material y Rietveld fue capaz de diseñar muebles de simples listones de madera que la gente podía montar y pintar en sus propias casas. 

Podrían definirse como diseños DIY, do it yourself, el famoso hazlo tu mismo. Esto es algo que hoy en día hacen todos los diseñadores, pero Rietveld fue un avanzado a su época haciéndolo hace 90 años.

El primer mueble de este estilo hecho por Rietveld data de 1934, inicialmente produjo estas piezas él mismo y más tarde las vendió tanto en forma terminada como en paquetes de bricolaje. 

Rietveld se propuso producir muebles asequibles y cómodos, y lo logró encontrando las proporciones y el ángulo de asiento adecuados. En 1935, Metz & Co. sacó al mercado una serie de muebles de caja como "Muebles de fin de semana". 

Más tarde, Cassina también produjo una serie de muebles de caja de Rietveld. Los muebles de la caja no estaban barnizados. El diseño en sí mismo es bastante ingenioso. 

La mayoría de las piezas son del mismo ancho, no hay piezas más largas que 30 centímetros y no se necesita pegar los paneles. Investigando el diseño más a fondo, las sillas aparecieron con diferentes ángulos de asiento, ángulos de respaldo e incluso diferentes alturas de piernas. 

El diseño original tenía el asiento a un pie del suelo.

La silla Wassily, también conocida como Modelo B3, fue diseñada por Marcel Breuer en 1925-26 mientras era director del taller de ebanistería en la Bauhaus, en Dessau, Alemania. Esta silla es un hito en el uso de materiales en el diseño y fabricación de mobiliario.

Breuer solía desplazarse a su trabajo en bicicleta y en uno de esos desplazamientos se percató de que si el acero tubular, un material ligero y resistente, podía ser doblado y para fabricar manillares de bicicleta, también podría serlo para la fabricación de mobiliario. 

El revolucionario uso del acero en su fabricación, cambiaría la forma de entender y fabricar mobiliario desde entonces.

A pesar de la creencia popular, la silla no fue diseñada para el pintor no-objetivista Wassily Kandinsky, quien fue docente simultáneamente en la Bauhaus. 

Sin embargo, Kandinsky había admirado el diseño completado, y Breuer fabricó un duplicado para la oficina personal de Kandinsky.

A partir de 1925, Mart Stam comenzó a experimentar con tubos finos de gas cuyos ángulos unía con bridas, como hacen los fontaneros. Esto le sirvió de base para crear el principio de las sillas con asiento voladizo, que dejaba atrás el concepto de cuatro patas como medio de apoyo; un principio constructivo que, gracias a su discreción formal, se convirtió en un pilar clave de la historia del mueble moderno.

En un principio Mart Stam no se interesó por el efecto oscilante de las tuberías de acero curvadas, sino por la forma clara que se adapta perfectamente a los edificios modernos de la época.

La silla cantilever S 33 era mucho más que un objeto de mobiliario con un diseño sobrio; pertenecían al revolucionario concepto global de una nueva perspectiva de la arquitectura y de la vida. En la exposición del Deutscher Werkbund celebrada en la urbanización Weißenhof de Stuttgart, la silla S 33 causó sensación.

Se cree que Mart Stam describió su idea en una reunión de Werkbund en 1926. A dicha reunión asistieron Marcel Breuer y Mies van der Rohe, quienes se inspiraron para diseñar sus propias sillas cantilever en los meses siguientes. 

Mies reemplazó los ángulos rectos de las patas delanteras con una curva elegante que tenía la ventaja de aumentar la elasticidad y evitar la fatiga del material.

Si hay un diseño conocido de Le Corbusier y sus colaboradores, es el LC4, más conocido como Chaise Lounge. Fue presentada en el Salón de Otoño del Diseño de 1929, aunque fue diseñada para la Casa Church en 1928.

Construida con una forma pensada para la relajación, la silla se creó cuando los tres diseñadores se unieron para poner al hombre en el centro de su diseño, tomando la idea de que la forma y la función deben estar al servicio de la relajación, creando un equilibrio perfecto entre su pureza geométrica y su intención ergonómica.

La estabilidad de la estructura - para cualquier ángulo de inclinación - está garantizada por la fricción a través de tubos de goma que cubren la barra transversal de la base. Se trata de un diseño purista, radical, que en su tiempo se ganó el reconocimiento que hoy la han convertido en un clásico del diseño.

La modernidad inagotable de estas piezas las ha convertido probablemente en las más incombustibles y emblemáticas del diseño del siglo XX.. Es capaz de caracterizar por sí sola un espacio.

En la Europa de los años 30 la tuberculosis era una de las principales preocupaciones de salud. Por todo el continente se construían sanatorios para tratar a los infectados con una rutina que incluía baños de sol y largas horas de descanso respirando aire fresco. De acuerdo con estos principios higienistas, Alvar Aalto proyectó en 1928 la silla Paimio.

La silla fue concebida para las zonas de estar del sanatorio, donde los enfermos tenían que pasar su recuperación descansando. Pero la Paimio, como el resto de la obra de Aalto, tiene una fuerte relación entre forma, función y aspecto semiótico. 

El modelo se inspiró en un diseño de Marcel Breuer, la silla Wassily, pero sustituyó el acero por madera curvada. Aalto llevaba tiempo experimentando, en colaboración con Otto Korhonen, con las posibilidades de tableros contrachapados aplicados al diseño de equipamiento.

Las piezas de mobiliario de Aalto sintetizan experiencias propias de los muebles modernos, vinculadas a los nuevos procesos industriales, y tradiciones locales. 

Esto le llevó a ser reconocido como el principal creador del entonces joven Estado de Finlandia, y uno de los arquitectos determinantes en la definición de una modernidad organicista propia en los países nórdicos.

En este diseño, Alvar Aalto introdujo una técnica que cambió la historia: la madera laminada. La silla, conocida por ser fácilmente moldeable (se puede plegar y doblar), cuenta con un diseño inspirado en las formas que encontramos en la naturaleza.

La silla tuvo una gran influencia sobre otros diseñadores, como es el caso de Charles Eames. El modelo actual está terminado en laca color blanco, mientras que el original era color abedul. La silla forma parte de la colección permanente del MOMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York).

La silla Barcelona fue diseñada por Lilly Reich, con la participación de su socio y compañero Mies Van der Rohe. 

El diseño se desarrolló en el marco de la reconstrucción tras la guerra. Por ello, los diseñadores tuvieron la enorme responsabilidad de producir un pabellón para la exposición de Barcelona que anunciara el resurgir de la cultura alemana y mostrará sus éxitos.

Mies y Reich crearon la silla, junto a la otomana y la mesa auxiliar a juego, para el Pabellón alemán en la Exposición Internacional de Barcelona del año 1929. Las sillas eran tan maravillosas que se utilizaron como tronos para los reyes de España cuando visitaron el pabellón de Barcelona.

La estructura del mobiliario estaba realizada originalmente en acero inoxidable pulido, mientras que las superficies del asiento y el respaldo estaban hechas de cuero de piel de cerdo. Más tarde, en 1950 se harían ajustes al diseño para producirlo en masa. 

Las proporciones armoniosas y la forma elegante convirtieron a la silla Barcelona casi en un objeto escultural digno de galería de exposición.

Desarrollada para la Exposición Nacional de Suiza de 1939, la silla Landi ocupa un lugar importante en la historia del diseño del siglo XX: esta silla clásica de Hans Coray estableció la nueva tipología de una carcasa de asiento moldeada tridimensionalmente sobre una base separada. 

Su objetivo era crear una silla ligera y elegante que combinará su aspecto acogedor con un confort extraordinario. La silla Landi, ligera y apilable, es robusta y resistente a la intemperie: sus 91 agujeros permiten que el agua fluya.

La Landi Chair, la primera de las sillas diseñadas por Coray que entró en producción, llegó a convertirse en un auténtico hito de la historia del diseño. Absolutamente partidario de los valores humanistas, Coray siguió diseñando muebles en la década de 1950 y ya en los últimos años de su vida volcó su atención hacia la pintura y la escultura. 

La innovación técnica, el uso sistemático de materiales, las formas minimalistas y la elegancia discreta son los elementos que han hecho de la silla Landi un clásico a lo largo de los años, con un aspecto tan fresco y vital como siempre

La silla Eames DCW fue lanzada en 1946, diseñada por Charles Eames y fabricada por la Evans Molded Plywood Company aunque fue diseñada años antes, en 1941. 

Años de diseños y prototipos fueron finalmente desarrollados y refinados en 1946 para dar cuatro opciones de sillas para adultos listas para el mercado general. 

A la DCW se le unió una versión de silla de salón muy similar con una posición de sentado más relajada (LCW), así como variantes de comedor de patas metálicas (DCM) y de salón (LCM).

Aunque las bases de la serie de madera contrachapada serían fijas, el tema de usar bases intercambiables se vería con éxito en las series de plástico y alambre.

A medida que avanzaba la década de 1950, se disponía de nuevos materiales y la demanda de productos de madera se redujo. 

Con el DCM y LCM vendiendo más y teniendo un aspecto "moderno", tanto con metal como con madera contrachapada, se decidió en 1953 descontinuar la producción del DCW, de ahí el número relativamente bajo de versiones vintage.

Después de cuarenta y un años, en 1994, Herman Miller reeditó la silla DCW y hasta el día de hoy están de vuelta entre los diseños de sillas más populares de Eames.

La icónica silla Chieftain es una de las obras maestras de Finn Juhl, que representa la cima de su carrera como diseñador de muebles. En su introducción en 1949, la silla marcó una renovación de la tradición danesa de diseño de muebles. 

Hoy en día, se percibe como uno de los exponentes más importantes del movimiento moderno danés en los Estados Unidos durante la década de 1950. Por esta razón, Finn Juhl es a menudo considerado el padre de la modernidad danesa.

Inspirado por el arte moderno, la silla Chieftain, con sus formas orgánicas, se liberó del diseño tradicional danés de muebles y del estricto funcionalismo tanto en la forma como en la construcción y los materiales.

En 2012, la silla Chieftain ganó el Premio de Diseño Danés, Clásico. El jurado dijo en su motivación: "Hoy en día, la Chieftain Chair es una inspiración para una nueva generación de diseñadores de muebles y una prueba de que la atención a la calidad, el calibre internacional y la voluntad de romper con la tradición pueden allanar el camino para marcar la diferencia como diseñador".

Ernest Race diseñaba muebles domésticos y de contrato, pero fue el Festival de Gran Bretaña de 1951 el que llevó los muebles de Race a un público mucho más amplio. 

La silla Antelope fue seleccionada como la silla para el sitio del Festival, con Gordon Russell, presidente del jurado de selección, creyendo que los diseños de Race estaban "muy por delante" de sus contemporáneos. 

El simple asiento de contrachapado moldeado fue pintado con los colores del Festival, amarillo, azul, rojo o gris.

La silla Antelope es un ejemplo icónico del diseño de sillas de la posguerra. El Consejo de Diseño describió la silla como: "La silla expresa un optimismo caprichoso y casi frívolo, raro en otros diseños internacionales de principios de la década de 1950".

En 1955 las sillas BA3 y Antelope ganaron medallas de oro y plata en el Salone di Milano, una primicia para el diseño de muebles británicos.

Ant chair fue diseñada por el arquitecto y diseñador moderno Arne Jacobsen. La silla Hormiga, más conocida por su nombre en inglés , Ant chair, fue diseñada por el arquitecto y diseñador moderno Arne Jacobsen inicialmente en 1951 para el ayuntamiento de Rødovre.

En 1952 para las cafeterías de la empresa farmacéutica danesa Novo Nordisk. Su nombre proviene de la forma de la silla, que asemeja una hormiga con la cabeza levantada.

El diseño buscó la ligereza, la estabilidad, la facilidad de transporte y la posibilidad de mover los pies sin chocar con las patas. 

Originalmente se encargaron 300 ejemplares, elaborados con tableros de madera laminada pintada de negro y patas de plástico por la compañía danesa Fritz Hansen, que las manufacturó. 

Posteriormente, con la popularidad de la silla y su consiguiente producción en serie, el plástico de las patas se sustituyó por tubos de acero. Además apareció una versión con cuatro patas.

La madera laminada está moldeada, de manera que asiento y respaldo se convierten en una sola pieza, lo que hace que el respaldo consiga una cierta flexibilidad que lo hace confortable, además de hacer más sencillo la fabricación de la silla. 

Las patas, una vez fueron creadas de acero, se unen a la madera mediante tacos de goma, facilitando así el montaje.

La silla Diamond (diamante en inglés ), también conocida como modelo número 421 LU, fue diseñada en 1950 -52 por Harry Bertoia y producida por Knoll Associates desde 1953 hasta el presente. 

Está construida con varillas de acero soldadas, curvadas y cubiertas de vinilo o cromadas. Los diseños de Bertoia no solo responden a exigencias funcionales sino que también exploraban la forma y el volumen.

Tras algunos intentos de fabricación mecanizada, finalmente se constató que era más fácil fabricar a mano sus modelos de varillas soldadas. En palabras del mismo Bertoia, "Si nos fijamos en esas sillas, están hechas principalmente de aire, como una escultura. El espacio pasa a través de ellas."

Nacido en 1915 en Stein-am-Rhein, en la Suiza de habla alemana, Guhl se formó como ebanista en la Escuela de Artes Aplicadas de Zurich, abriendo su propio estudio y taller de diseño en 1939. 

Durante la reconstrucción de la posguerra en Europa, Guhl ayudó a diseñar viviendas sociales fáciles y económicas de construir. Guhl fue fuertemente influenciado por el impulso de descubrir formas innovadoras de construir casas que requerían el desarrollo de tecnología y materiales modernos.

En 1951, la empresa suiza Eternit, que originalmente se dedicaba a la construcción de tejados y revestimientos de hormigón reforzado con fibra, encargó a Guhl -junto con sus estudiantes de la Escuela de Artes Aplicadas- la creación de plantadoras de hormigón.

En 1954, Guhl diseñó la Silla de Lazo para Eternit, que se convirtió en un clásico instantáneo de mediados de siglo y su diseño más reconocido. 

Esta silla de jardín con forma de cinta continua personifica perfectamente su máxima personal: "conseguir lo máximo con el mínimo esfuerzo". Fue galardonada con el premio Gute Form y se encuentra en el Museo de Diseño de Vitra en Weil am Rhein, Alemania y en el Museo für Gestaltung en Zürich.

Debido a la naturaleza cancerígena del amianto, Eternit cesó la producción de la silla de jardín Guhl en 1980. Después de sólo dos semanas en exhibición en el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 2001, fue retirada por motivos de salud. 

Los homólogos alemanes y suizos del museo han sellado la superficie de la silla, eliminando el riesgo de exposición. En 1998, Guhl rediseñó su icónica silla de bucle, eliminando el amianto. Su producción fue restablecida por Eternit, con la adición de la mesa lateral Loop en 2000.

Como su nombre indica, la silla se asemeja a un trozo de coco con colores invertidos. Sin embargo, esa fruta tropical no fue la única inspiración para Nelson. 

La cáscara de la silla es sorprendentemente similar a la cúpula del Auditorio de Kresge del MIT. También vale la pena recordar que el diseño de la silla llegó a mediados de los años 50, que fue el comienzo de la carrera espacial entre Rusia y EE.UU.

Ese período de la historia moderna, en el que la humanidad estaba enormemente fascinada con el espacio exterior, también encontró su reflejo en los diseños de Nelson. 

Él creía firmemente que: "El diseño es una respuesta al cambio social". Al mirar la silla Coco, uno puede fácilmente hacer una conexión con los primeros satélites como el Sputnik 1 de Rusia.

La silla tiene la forma de un octavo de esfera. Sin embargo, la esquina vertical es ligeramente más larga que las dos situadas en los lados. La silla no tiene el respaldo y los brazos bien definidos, por lo que no restringe a su usuario a asumir una amplia gama de posiciones.

Esta característica del diseño fue particularmente bien representada por el propio Nelson, quien resumió la Silla Coco de la siguiente manera: "Desarrollé la silla para dar comodidad en los asientos del salón, junto con una gran libertad de movimiento."

La ligera carcasa de la silla está hecha de plástico, al que se le da forma mediante un proceso de moldeo. Es de aspecto blanco, con un acabado superficial satinado. 

La comodidad de sentarse está garantizada por una gruesa capa de espuma de goma tapizada en cuero negro y flexible. La combinación de colores crea un interesante e intenso contraste entre la capa blanca y el cojín negro.

La silla se apoya en tres finas patas cromadas hechas de varillas de acero dobladas, equipadas con los deslizadores de nylon en los extremos.

La silla Coco es una esencia absoluta del diseño modernista. Más de 50 años después de su presentación, la silla no ha perdido nada de su futurismo. 

Este mueble atemporal sigue teniendo un aspecto extravagante e intrigante, lo que la convierte en una gran adición de buen gusto a cualquier interior moderno.

«¿Por qué no hacemos una versión actualizada del antiguo sillón de club inglés?». Con este comentario, Charles Eames comenzó a desarrollar el Lounge Chair en un proceso que se prolongó durante varios años. 

Su objetivo era conseguir un sillón amplio y proporcionado que combinara el confort con el uso de materiales y mano de obra de excepcional calidad.

El sillón diseñado por Charles y Ray Eames en 1956 estableció nuevas normas: no solo es ligero, más elegante y más moderno que los pesados sillones de club inglés, sino que también es más cómodo. 

Gracias a estas cualidades, el Lounge Chair se convirtió en uno de los diseños más famosos de Charles y Ray Eames, y ya es un clásico en la historia del mobiliario moderno.

La silla Tulip fue diseñada por Eero Saarinen 1956 para la compañía Knoll de la ciudad de Nueva York. Fue diseñada principalmente como una silla para combinar con la mesa de comedor complementaria. 

Tiene las líneas suaves del modernismo y fue experimental con los materiales de su tiempo. La silla es considerada un clásico del diseño industrial. Puede que os suene por ser las sillas usadas en el rodaje de Star Trek por su estilo futurista.

Saarinen esperaba producir la silla como una unidad de una sola pieza hecha enteramente de fibra de vidrio, pero este material no era capaz de soportar la base, y los prototipos eran propensos a la rotura. 

Como resultado, la base de la silla de tulipán es de aluminio fundido con un acabado recubierto de rilsan para que coincida con la carcasa superior, dando la apariencia de una sola unidad.

La cubierta superior es de fibra de vidrio moldeada, con un acabado reforzado y pegado con plástico. El cojín de espuma tapizado es desmontable con cierre de velcro.

La silla se considera a menudo "la edad del espacio" por su uso futurista de curvas y materiales artificiales. Ganó diversos premios como el MOMA Award de 1969, el Federal Award for Industrial Design en 1969 y el Design Center Stuttgart Award en 1962.

La silla egg o silla huevo, fue diseñada por Arne Jacobsen en 1959 para el hotel Radisson SAS en Copenhague, Dinamarca. Se cree que está inspirada en la "silla del útero" de Eero Saarinen, de la que toma prestados algunos rasgos.

La egg chair de Jacobsen es un óvalo suave y redondeado en la parte posterior, que se abre en un sillón alado y orgánico que acuna al ocupante. Desde ciertos ángulos, ciertamente tiene la curva de un huevo, pero es una interpretación flexible de la forma - la silla también debe algo de su carácter a la clásica silla con respaldo de alas.

Se usó como la silla de la sala de diarios en la primera serie británica de "Gran Hermano" y en la recién renovada Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de San Francisco este es el diseño de las sillas en su zona de embarque. 

En la actualidad hay cientos de diferentes tipos de sillas huevo y sillas huevo colgantes inspiradas en el diseño de Arne Jacobsen.

La silla OVALIA se exhibió por primera vez en la Feria del Mueble de Escandinavia en 1968 y fue un éxito inmediato. La silla se vendió hasta 1978 y tuvo una gran demanda en todo el mundo. 

Es tan contemporánea hoy como lo fue entonces y está de vuelta en el centro de atención para su relanzamiento. Aparte de algunas mejoras, no ha habido cambios visibles en el diseño.

El diseño del capullo giratorio de la Ovalia Egg Chair comprende una cáscara de fibra de vidrio reforzada en forma de huevo, a menudo pintada de blanco brillante. 

La tapicería interior de color de lana y mezcla de nylon rodea el espacio interior y se añaden cojines adicionales tapizados a juego en el asiento y el respaldo. 

La tela está disponible en más de veinte colores y la base circular sobre la que gira el asiento viene en aluminio pintado o pulido.

Recuperó su prominencia cuando se utilizó en varias escenas de la primera película de Men in Black (1997) y para la secuela de 2002 Men in Black II los carteles mostraban a los actores Will Smith y Tommy Lee Jones sentados en versiones a juego del diseño. 

Hacen un diseño de póster dinámico y gráfico y la silla enmarca a Will y Tommy perfectamente. Después de esta exposición, la silla volvió a la producción en masa y aparte de algunas mejoras menores, no ha habido cambios visibles en el diseño.

Concebida por Verner Panton en 1960, la silla fue desarrollada para su producción en serie en colaboración con Vitra (1967). Fue la primera silla que se fabricó completamente de plástico en una sola pieza.

Desde su introducción en el mercado, ha avanzado a través de varias fases de producción. Sólo desde 1999 ha sido posible producir la silla de acuerdo con su concepción original: de plástico duradero y teñido con un acabado brillante y mate.

La idea de diseñar una silla de plástico apilable fue expresada por primera vez por el arquitecto y diseñador alemán Ludwig Mies van der Rohe antes de la Segunda Guerra Mundial. 

Desde principios de los 50, Panton también había soñado con hacer una silla de plástico apilable y en voladizo, todo en una sola pieza. Se dice que se inspiró en particular en una pila de cubos de plástico bien apilados. 

En 1956, diseñó la Silla S, que puede considerarse un precursor de la Silla Panton. La vio como una pieza de mobiliario en la que el respaldo, el asiento y las patas estaban hechos de una pieza continua. Fue producida por primera vez en 1965.

La comodidad de esta silla es el resultado de la combinación de una estructura en voladizo con una forma antropomórfica y un material ligeramente flexible. Se puede utilizar individualmente o en grupos y es adecuada para ambientes interiores y exteriores. 

La Silla Panton ha recibido numerosos premios internacionales de diseño y está representada en las colecciones de muchos museos importantes. Debido a su forma expresiva, se ha convertido en un icono del siglo XX.

La silla Blow fue desarrollada por Jonathan De Pas, Donato D'Urbino y Paolo Lomazzi en colaboración con Carla Scolari en 1967. Este icono de los muebles pop de los años 60 encarna el espíritu revolucionario de su tiempo. 

Es una expresión juvenil y lúdica del estilo de vida libre y casual y de la cultura de lo efímero asociada a este período. Ejecutado en plástico color caramelo, era mucho más asequible que otras obras contemporáneas de diseño italiano de "alto estilo".

La silla fue presentada por primera vez en la Feria del Mueble de Milán en 1968 y fue recibida con entusiasmo. Poco después, se vendió desinflada y plegada en un paquete equipado con una bomba de aire y un kit de reparación. 

Costó unos veinte dólares americanos y se vendió por decenas de miles, pero después de unos años la producción se detuvo debido a problemas técnicos con la soldadura.

El aire bombeado en la piel de PVC le da su forma. Sin el aire, esta silla sería como un gran globo desinflado. En su estado desinflado, la silla es suave y flexible. En un estado totalmente inflado, se vuelve más sólido y puede soportar el peso.

La silla de salón Pratone representa una idea de diseño irreverente, a años luz de los tipos habituales de diseño interior de la clase media de los 70', se ha convertido entonces en un punto de referencia en la historia del diseño.

La silla se compone de largos tallos verdes entre los que podemos hundirnos y tumbarnos, es un asiento poco convencional, una chaise longue fuera de los valores de la tradición, una porción de jardín deliberadamente desproporcionada.

Construido con espuma de poliuretano, los tallos de hierba de gran tamaño que componen el Pratone son a la vez flexibles e impredecibles, creando una situación de asiento poco convencional que desafía tanto al que se sienta como a los valores tradicionales del diseño. 

Su verde brillante y la suavidad de sus briznas de hierba se logran mediante la pintura con Guflac, la pintura especial y única patentada por Gufram que permite hacer que el poliuretano parezca cuero manteniendo su flexibilidad y suavidad. 

Es un objeto de descanso individual o colectivo, temporal, inestable, siempre a ser conquistado debido a la elasticidad del material.

Incluido por el Vitra Design Museum entre las 100 obras maestras de la historia del diseño, es un objeto "fuera de la caja" que mantiene su alma artesanal: de hecho, cada una de las 42 largas y suaves hojas de hierba en las que se puede hundir está trabajada y acabada a mano, al igual que la etiqueta Pratone, grabada en la base de cada módulo.

La silla Louis Ghost es un accesorio con un diseño esencial y refinado que embellecen los ambientes de la casa con exclusividad y buen gusto. La silla fue realizada en policarbonato, material innovador que garantiza resistencia y durabilidad en el tiempo.

La resistencia a los choques, las intemperies, hace que la silla pueda ser posicionada también en los espacios al aire libre, para enriquecer el jardín o la veranda, creando una ambientación confortable y llena de encanto. 

La transparencia cristalina del material plástico que compone la silla Louis Ghost brinda una atmósfera preciada y etérea a los ambientes, de ahí su nombre de silla fantasma.

El diseñador que creó la silla Louis Ghost de Kartell es Philippe Stark, que con su creatividad transforma los complementos de decoración en verdaderas obras arquitectónicas ricas de encanto. 

El diseño de esta silla es una versión en clave contemporánea de las clásicas butacas antiguas: el asiento escuadrado y esencial, los apoyabrazos que crean un conjunto con los pies, el respaldo circular completan este objeto de decoración, convirtiéndolo en un elemento decorativo útil y precioso.

La esencialidad del policarbonato se funde con las líneas tradicionales del pasado para crear la silla Louis Ghost de Kartell, un accesorio que decora y brinda un gran confort a todos los espacios de la casa. 

El diseño de esta silla, con respaldo redondeado, apoyabrazos confortables y un cómodo asiento, realizada enteramente en plástico transparente, recuerda las butacas clásicas de la época de Luís XV.

El diseñador neo-funcionalista suizo Willy Guhl (1915-2004) fue un innovador diseñador de muebles, inventor de productos y uno de los primeros defensores de los muebles planos y producidos en masa que hacían que el diseño de alta calidad fuera asequible a las masas. 

Guhl es mejor recordado por sus diseños de cemento baratos y resistentes a la intemperie producidos por la empresa suiza Eternit.

Lanzado en 2004, Chair ONE fue un proyecto importante para el diseñador alemán Konsantin Grcic. 

A diferencia de todo lo que había diseñado antes, abordado con la idea de utilizar aluminio fundido, Grcic aprovechó la oportunidad de probar algo nuevo. 

El resultado fue un diseño que recuerda a las sillas de varilla de alambre que diseñadores como Harry Bertoia y Charles y Ray Eames produjeron en los años 50 y 60, pero que, en lugar de alambre, explota los principios esenciales de la fundición de aluminio a presión para crear una silla con cualidades únicas.

El requisito de que el metal líquido se inyecte en un molde inspiró la estructura en forma de cesta del asiento, lo que da a la silla su principal lenguaje visual. 

Esta forma se desarrolló aún más, tridimensionalmente, por las necesidades prácticas de la silla para proporcionar apoyo. 

Jugando con una red de tubos estrechos, tirando de ellos hacia arriba para crear un respaldo y luego imitando esto a los lados doblando los bordes más cortos del asiento, Grcic fue capaz de esculpir una forma que acuna el cuerpo y también proporciona la fuerza interna de la silla.

La silueta de la silla ONE ha demostrado ser increíblemente tangible, y rápidamente dio lugar a una familia de diseños que han crecido directamente a partir de este modelo inicial.

Estos incluyen una versión para el exterior, completa con una base de concreto en forma de cono para que no pueda ser removida fácilmente, y un banco hecho de tres sillas unidas por debajo por un travesaño central. 

Un taburete de tres patas comparte las mismas geometrías que la silla original ONE, pero está más reducido en su forma, al igual que una mesa de comedor y una mesa de bistro.

Tras repasar algunas de las sillas más enigmáticas e importantes de los últimos años, se observa que todavía marcan tendencias en el mercado actual.¿Cuál te ha gustado más? Escríbenos tu comentario, ¡te leemos!