¿Sabes lo qué es Ikigai?
Las filosofías de vida imperan estos días en el interiorismo. Trasladamos a la decoración nuestros pensamientos y nuestra forma de ser. Eso les da personalidad y un toque especial que no podrás encontrar en cualquier otro hogar. A pesar de que sigamos la misma tendencia o corriente de decoración.
Cuando hablamos de aplicar la filosofía ikigai a nuestra casa lo primero que debemos saber es que no es solo poner algunos adornos en el salón con estilo oriental, es más bien una forma de vida.
Hablamos de tomar decisiones cada día que nos ayudan a vivir más años. ¿Te interesa? Sigue leyendo y/o haz click para saber cómo decorar un dormitorio al estilo Feng shui para obtener más información a tu alcance.
¿De dónde viene la técnica ikigai?
¿Has oído alguna vez hablar de la eterna juventud? La filosofía ikigai proviene de un pueblo al norte de la isla de Okinawa, en Japón.
Un pueblo famoso por ser una de las cinco zonas azules del mundo. Una zona azul es un lugar dónde la esperanza de vida es muy alta. Así que a esta isla se la conoce como la “isla de la eterna juventud”.
Pero, por supuesto, una de las cosas que más nos interesa saber es cómo han conseguido subir tanto la esperanza de vida y porqué hay tantos centenarios entre ellos. Y esa razón se esconde bajo su filosofía de vida ikigai.
Esta palabra proviene de la raíz “ika” (vida) y “kai” (razón de ser). Se basa en potenciar tu razón de ser, el motivo de tu existencia. Encontrar tu ikigai.
Aplica la filosofía Ikigai a tu hogar
En este artículo queremos que navegues a través de tu ikigai y que junto a la cultura japonesa conozcas sus secretos y puedas aplicarlo a tu modo de vida y a la calidez de tu hogar.
Para conseguir una casa ikigai vamos a necesitar 2 cosas principalmente: espacio y plantas, muchas plantas.
Un concepto básico del pensamiento ikigai es que el amor da salud y fuerzas. El poder de la comunidad es importante. Rodearse de quienes te quieren siempre es bueno.
¿Y cómo lo aplicamos a nuestra casa? Preparándonos para acoger amigos y familiares. Ten siempre sillas suficientes, espacios abiertos dónde compartir, una mesa grande de madera, una alfombra acogedora y las luces tenues.
Inspira, expira y tómatelo con calma
La tranquilidad es fundamental. No podemos llevar una larga vida si nos encontramos siempre en medio del estrés y el caos. Mímate, cuídate y relájate. Compra sales de baño, los colores principales siempre blancos y tómate al menos una hora diaria para darte un respiro.
Puedes además crear una zona de desayuno, orientado a una ventana con vistas o poner un cuadro que veas de frente que te transporte a otro lugar y que te de paz.
La naturaleza es parte de ti
Las plantas son fundamentales para conectar con tu hogar. Plantas dentro y fuera, que formen parte de tu visión vayas dónde vayas. Dan color a la casa, llenan de luz el corazón.
Además toma mucha importancia tener un huerto, ya sea pequeño o grande. Puedes cultivar plantas de té, hierbas aromáticas… En el pueblo de Ogimi, en la isla dónde nació esta tendencia del bienestar, el 100% de las personas entrevistadas poseía un huerto.
La cultura del té y de comer lo justo
Cuando estudiaron a la población de Okinawa para saber por qué vivían tantos años, un denominador común residía en los hábitos alimenticios de la población.
Todos beben té a lo largo del día y algo muy curioso es que todos comen lo que ellos llaman “lo justo”. Comen en platos pequeños varias comidas sin llegar a hincharse.
Si queremos aplicar este método de vida a nuestro hogar podemos comprar un juego de té, un termo para calentar el agua y vajilla no demasiado grande.
La meditación
Es igual de importante sentirse bien físicamente como mentalmente. La meditación forma parte del día a día de la filosofía ikigai, y prácticamente de la cultura japonesa.
Meditar no solo consiste en sentarse y cerrar los ojos. Existen otros métodos si no eres de los que fluyen con los pensamientos y la pasividad. Tai-chi o Quigong con ejercicios dinámicos son una alternativa.
Para practicar estas artes debes acondicionar tu casa con parquet, o al menos tener un pequeño tatami. Busca una sala tranquila y si puede ser insonorizada dónde dedicar un ratito a la meditación.
Estas son las claves que necesitas para aplicar la técnica Ikigai a tu hogar, pero recuerda, ¡solo tú puedes encontrar tu verdadero ikigai! Descubre la naturaleza, el amor, la amistad, y conócete a ti mismo.
Aprovecha las estancias para reflejarte en cada detalle, impregna tu hogar de tus gustos y pasiones. Aporta verde para sentirte mejor y comparte los mejores momentos con los que más quieres.
¿Tienes dudas sobre cómo puedes sacar tu ikigai y vivir más? Déjanos un comentario y te ayudaremos.